Por Vicki Noble
“El ejemplo mas obvio de cuánto nos hemos apartado de nuestras raíces orgánicas como comunidad femenina lo constituyen, en nuestra cultura actual, las prácticas relacionadas con los nacimientos. Las mujeres hemos llegado a creer que no sabemos cómo tener bebés. El hecho nos inspira temor, nos aterroriza, y buscamos la ayuda de los “expertos” para hacerlo bien. Ingresamos en ambientes esterilizados, inhóspitos, alejados de nuestro hogar y nuestra familia, a fin de yacer con los pies levantados para que un técnico extraiga el bebé de nuestro cuerpo. Nos hemos convencido de que, si lo hacemos de otra manera, pondremos en peligro a los niños que traermos al mundo, que los perjudicaremos y apareceremos como unas irresponsables ante nuestros hijos. De modo que, sumisamente, aceptamos los consejos del Médico Todopoderoso y su personal de guardapolvo blanco y, consecuentemente, sobrellevamos en nuestro parto un alto “grado de complicaciones”. Vamos al hospital para hallarnos “seguras”, para ingerir drogas que nos “ayudarán” a hacerlo mejor; seguimos las indicaciones y nos rasuran las partes pudendas, para que al “desgarrarnos” no contaminemos a nuestro hijo.
¿Dónde está el animal que hay en nosotras? ¿Qué se ha hecho de nuestro instinto natural? ¿Cómo imaginamos que han nacido bebés durante todos estos milenios, antes de que inventáramos los hospitales y que los hombres se ocuparan de los partos? Es como si sufriéramos de amnesia; simplemente, no recordamos”.
miércoles, 17 de septiembre de 2008
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4 comentarios:
muy interesante
Debajo de nuestros títulos universitarios, de nuestras libretas de matrimonio, de nuestros puestos laborales y de nuestras horas de gimnasio y maquillaje, indudablemente seguimos siendo hgembras en el más básico y fundamental de los sentidos.
Brindo por eso!
Es que tenemos que recuperar el instinto animal, no como animales, sino como hombres y mujeres, hay que desandar el camino de la racionalidad pero no para ir hacia abajo sino para ir hacia arriba.
Aprender del animal no para ser animales sino para evolucionar.
Desmemoriadas, inseguras, temerosas, "desconectadas" de nuestros cuerpos y sus ciclos así nos han educado. ¿como crio a mis hijas para que no olviden quienes son? para que no olveden la sabiduria del cuerpo? gran tarea la que tenemos por delante...seguimos tejiendo.
me caes bien turca...
un abrazo desde el otro lado de la cordillera.
.::mar::.
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