Todas las madres con niños pequeños necesitamos sostén, acompañamiento, solidaridad, comprensión y resguardo de otros miembros de nuestra tribu. Pero claro, en el mundo occidental -especialmente en las grandes ciudades- nos hemos quedado sin tribu. Emprendemos la búsqueda solicitando apoyo y lo que encontramos más cerca es al señor que duerme en nuestra cama, que en la mayoría de los casos ha sido nombrado padre oficial del niño. Llamativamente suponemos entonces que toda la compañía, el cobijo, la ayuda, la disponibilidad y la empatía que una tribu entera nos hubiera prodigado, ahora debería provenir de una sola persona: el padre del niño. Tomemos en cuenta que una cosa es la inmensa necesidad de ser amparadas frente a la desesperación, la locura y las vivencias confusas que estamos experimentando desde el nacimiento de nuestros hijos, y otra es lo que un solo individuo puede ofrecer, reemplazando los roles de muchos.
Cuando no vislumbramos nuestra realidad en forma global, creemos que las cosas se solucionarían si el varón regresara más temprano a casa, si cambiara los pañales de vez en cuando o si ganara más dinero. Es tiempo de admitir que somos sólo dos personas -nada más que dos- y que tanto las madres como los padres estamos demasiado solos en la compleja tarea de acunar a nuestros hijos. Si la realidad es tan desventajosa, compartamos lo que nos pasa, conversemos y decidamos juntos a quiénes pedir ayuda. Inventemos una red amorosa donde haya un lugar destacado para los niños. Ofrezcamos una sonrisa, un libro, un dato valioso a otras madres. Abramos nuestras casas, cocinemos algo delicioso, invitemos a otros adultos con niños a visitarnos. Si participamos en la construcción de una tribu moderna, dejaremos de culpar a nuestra pareja. Y aparecerá la virilidad que estábamos reclamando.
Laura Gutman
jueves, 4 de junio de 2009
"En lugar de tribu hay sólo un padre"
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5 comentarios:
maravilloso articulo!!! te agradezco que siempre estes compartiendo cosas tan interesantes, por ello, te otorgo el premio limonada!!
http://mundodeariadna.blogspot.com/2009/06/premio-limonada.html
besos
Aunque he tardado unas semanas en comprender esto, estoy de acuerdo con lo que dices.
Hoy nuestro hijo tiene 9 semanas y nosotros también.
muy atinadas palabras.
otra cosa para pegarme en el espejo del baño!
Besotes
Ay mi corazón, me llega esto en un momento más que justo!
Te quiero!!!!
"Se necesita de toda una tribu para educar a un niño". Esta sentencia africana, creo que aplica a lo que aquí publicas. En el ámbito de la pedagogía la aplicamos al largo proceso de crianza y formación, pero aplica desde el inicio de la nueva vida.
Muy bueno, Turca. Gracias.
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