martes, 25 de noviembre de 2008

Lila Downs en Bs. As.


Lila Downs: Entre chamanes y culebras

La mexicana radicada en Nueva York cuenta por qué dedicó su disco a las curanderas de Oaxaca. Y habla de la participación de Mercedes Sosa en una canción.
Por: Mariano del Mazo

La cantante y compositora Lila Downs nació en Oaxaca, sur de México, y vive desde hace décadas en Nueva York, centro del mundo. Entre esos dos extremos (la pobreza secular oaxaqueña, sus brujos, el culto al mezcal, las pirámides frente al nervio financiero y de consumo cultural neoyorquino), Downs se mueve con una comodidad asombrosa. El choque de planetas para ella es natural y se nota en la música: puede ir de una ranchera con bases electrónicas a un corrido en inglés o un vals en español. Su flamante Ojo de culebra tiene este rasgo mixturado, aunque va en busca de un pureza que se refleja ya desde la decisión de concebir un disco acústico, casi sin intervención de lo eléctrico.


Consagrado y dedicado "a la curandera oaxaqueña Doña Queta y a todas las curanderas parteras, Xamanas y sanadoras tradicionales de nuestra madre tierra", el origen de Ojo de culebra es bien personal y subraya el péndulo cultural en el que se balancea Downs. "Hace dos años tuve un problema grave: quise ser madre y no pude. Con mi pareja de hace 16 años recorrimos todos los centros especializados de los Estados Unidos. Y no hubo caso. Me afectó mucho. Quedé deshecha, destruída. Perdí mi voz. No sabía qué me estaba pasando, traté de pensar en la fortaleza de la mente y de las emociones. Al final decidí dejar la medicina tradicional y recurrir a mis orígenes: visité a una curandera de Oaxaca. Me calmó, me dio unos yerbas y me dijo: Habla con tu cuerpo, pídele perdón. Me hizo muy bien, me calmé. Con mi pareja decidimos adoptar".


La primera frase del primer tema, que se titula como el disco, dice "Tu cuerpo va cargando cadenas / cadenas de todos los tiempos". Fanática de Carlos Castaneda y Fernando Benítez (autor del libro Los hongos alucinógenos y un estudioso de la relación de la mujer mexicana y el chamanismo), Lila Downs se dio varios gustos en Ojo de culebra. Si bien la lista de invitados es lujosa (Rubén Albarrán de Cafe Tacuba, La Mari de Chambao, Enrique Bunbury), destaca la participación de Mercedes Sosa. "No es porque seas argentino, pero siempre la admiré. Como calculo que la admira cualquier cantante latinoamericana que se dedica a la música popular. Me sorprendió que aceptara. Su voz en Tierra de luz quedó bellísima. Lamentablemente no la pude conocer: la grabación se hizo a distancia. Espero verla ahorita que voy para allá."


Entre corridos y rancheras bilingües, Lila Downs reparte su tiempo entre Nueva York ("allí es mi residencia"), D. F. y Oaxaca ("tengo unas tías que si no me paso al menos unos meses en Oaxaca me dan unos buenos cachetazos"). "Y como es habitual, todo eso está presente en mi música. Este disco tardé tres años en hacerlo. Yo iba componiendo algunas cositas, y se las pasaba a Paul (Cohen, coautor de todas las canciones). Así fue creciendo el trabajo, un trabajo que tiene el miedo que se percibe en la calles de Nueva York y las costumbres de mi pueblo.


"Sobre el final de la charla, el tono de voz de esta morocha de rasgos fuertes, mexicanísimos, se vuelve interrogativo: "'Y cómo está Buenos Aires? 'Y tú crees que la podré ver a Mercedes? 'Es bonito el Gran Rex?". Más reposada, dirá: "A esta altura de mi vida, me resulta increíble no conocer la Argentina. México tiene la pésima costumbre de mirar siempre hacia arriba".

Nota extraída de acá.

3 comentarios:

Ana dijo...

Que ganas de ir a verla!!!!!!!!
Al menos mando corresponsal, para que desp me cuente todos los detalles :)

Besos

Tony dijo...

Ya nos explicó Mafalda que el Sur es arriba y el Norte es abajo...

¡Saludos!

Vivi Briongos dijo...

Ani: Decile al corresponsal que se lleve mp4 y te grabe! =D

Tony: Talcualmente!!! :)

Besossss.