Como en muchos otros temas de la problemática femenina, los símbolos y creencias religiosas pueden jugar a favor o en contra. Tener un dios masculino que crea sólo con la palabra y saca a la mujer de la costilla de Adán, por ejemplo, cuando en el mundo natural ninguna mujer nace de un varón y ninguna hembra (o varón) de un macho, es un modelo simbólico muy distinto a tener primigenias diosas que crean con sus cuerpos desplegados, dinámicos y concientes; accionando durante el propio parto y sobre la creación que están llevando a cabo.
La influencia del modelo religioso cristiano puede verse en la práctica del parto horizontal donde el médico aparece como creador. Es él quien “saca el bebé del cuerpo de la mujer", el que "lo trae al mundo". El médico controla y dirige el parto mientras que la parturienta es una participante pasiva y asustada que sólo puede mirar al techo de la sala de partos y acatar órdenes sin demasiada conciencia de lo que sucede en su cuerpo ni lo que otros hacen con él.
En posición horizontal la mujer no ve nacer a su hijo o hija, el médico sí. La parturienta asume una posición incómoda, limitada y dolorosa para que el médico se mueva cómoda y libremente.Por otra parte, haber pasado de aquellas diosas creadoras con cuerpos desnudos y activos a la figura de María como modelo femenino ejemplar, ha tenido consecuencias directas sobre la experiencia del parto como así también sobre el cuerpo, la sexualidad, la anticoncepción y la conciencia autónoma de las mujeres.
A María nunca se la representó pariendo y pocas veces embarazada o dando de mamar. "La Madonna del Parto" de Piero della Francesca (1460) es uno de los pocos frescos donde la Virgen aparece con un prominente vientre de nueve meses, parada y con un vestido medieval color verde mientras dos ángeles abren las cortinas de la cueva-tienda para dejar a la vista a la que va a parir.
Muchas veces se ha comparado la vida de Buda con la de Jesús. Sin embargo, el parto de María ha sido ocultado, reforzando la pasividad e ignorancia de las mujeres occidentales sobre el cuerpo y la sexualidad femenina. O bien ridiculizado, como cuando las monjas de mi escuela primaria nos decían que Jesús había nacido de la rodilla derecha de María y que ella no había sentido nada. De la misma manera las madres tuvieron que mentir a sus hijas sobre el proceso natural del parto con aquello de "salir de un repollo" o “venir de Paris”.
Aún en las películas, María suele aparecer pariendo acostada convenientemente tapada, cosa que ninguna mujer de su época haría, más aún si iba a tener que asistirse a sí misma, ya que los relatos bíblicos no mencionan partera alguna. Entonces su posición habría sido permanecer sentada o en cuclillas, pariendo sobre unas mantas. Además, el arte cristiano persiste en presentar a María con un cuerpo femenino preadolescente, sin pechos desarrollados y sin curvas, pronunciadamente delgado. Hasta hubo épocas, como la colonial en América Latina, en la que la iglesia católica prohibió a los artesanos modelar el cuerpo de la madre de Jesús exceptuando el rostro y las manos montadas sobre un soporte, oculto debajo de los amplios vestidos de la Virgen.
El mandato aceptado por María de "hágase en mí según su voluntad", es decir la del dios masculino, ha sido otro elemento simbólico para subordinar el cuerpo y la conciencia de la mujer durante el parto horizontal al poder del médico patriarcal.
Para las mujeres de culturas precristianas, parir verticalmente asistidas por parteras experimentadas y acompañadas por parientas que ya han pasado por esa experiencia iniciática, era un importante ritual femenino que expresaba la dignidad y el poder de la mujer dentro de la comunidad. Y allí estaban las diosas y las Pachamamas para guiar a las mujeres con actitudes y posturas que liberaban las energías del cuerpo y del alma en el momento de parir y en otras situaciones.Los movimientos y contorsiones de la que está dando a luz en posición vertical dieron origen a muchas danzas del vientre y, el lugar del parto a un espacio sagrado, cálido y protegido que los templos reprodujeron con capillas, arcos y formas vaginales y uterinas. Los gemidos y gritos de la parturienta, sus instintos liberados, sus sensaciones orgásmicas y la técnica de parto vertical en sí misma servían de instrucción para las novatas que eventualmente presenciaban el parto. Y en un caso de emergencia podían parir solas.
Indígenas latinoamericanas suelen hacerlo, dando a luz en cuclillas sobre la tierra depositando al bebé con su vagina sobre una manta o un colchón de hojas y recibiéndolo con sus propias manos.
En medios urbanos esto también suele suceder cuando una joven da a luz sobre el piso del baño siendo ella misma, partera y parturienta.
¿Por qué en nuestra sociedad las mujeres no presenciamos el parto de otras mujeres y sólo comenzamos a tener una vaga idea cuando ya estamos en la camilla de parto horizontal sin poder ver y decidir? Ver anticipadamente la práctica del parto horizontal -y del vertical- brindaría a las mujeres una mayor conciencia sobre lo que ocurre con sus cuerpos y sobre cuáles son las posibilidades para parir de otra manera más satisfactoria.
Imagino que la corporación médica, tarde o temprano, tendrá que asumir su propio "complejo de útero" y dejar de proyectarlo como sombra sobre las parturientas, oscureciendo sus conciencias, cuerpos, instintos, biología e intuición. Si ellos no están dispuestos a arrodillarse -casi reverencialmente- ante la mujer que está dando a luz, a escuchar sus gritos, a esperar mientras ella camina y deambula, sin ser rasurada ni tajeada, será muy conveniente que se corran a un costado y dejen a médicas/os, obstetras y parteras que sí están dispuestos a una nueva, y ancestral, cultura del parto donde la parturienta pueda reencontrarse con su cuerpo y con su poder creador, posicionándose como la protagonista del mismo.La mayoría de las mujeres aceptan el parto horizontal-patriarcal porque no conocen otra cosa que hospitalizarse como enfermas. Modificar esta situación no sólo corresponde al Estado, las facultades de medicina y a la práctica médica sino a las mismas mujeres que tendremos que cambiar física y , mentalmente las actitudes hacia el parto.
Recomiendo leer la nota completa en el blog de Merche, porque lo que no pongo acá, que es la info de cómo parían las diosas que nos anteceden, me parece fundante.
Mujeres, despertemos nuestra conciencia dormida de una buena vez!
miércoles, 15 de agosto de 2007
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4 comentarios:
Realmente excelente, Turquis. Lo leí casi sin pestañar, sorprendida por un lado, pero recordando al mismo tiempo cómo la sabiduría de las civilizaciones precolombinas era tanto más avanzada que la nuestra...
(El día q me toque parir, vos vas a estar conmigo, te voy avisando un par de años antes) =)
beso enorme
HOLA, te invito a que pases por la pagina de los papas que luchan para la prevencion de egb.ES un derecho de toda embarazada tener el contro, para prevenir, la bacteria.
Estan luchando para que sea ley.y TOOODAS, tengan el cultivo, gratis
http://prevencionegb.com.ar/index.php
tambien que veas en telenoche blog, la nota de Daniel Malnatti
Muy buena la info.
Gracias!
Turca:
Gracias por tu comentario en mi blog.
Hace un tiempo te pregunté si sabías de algún grupo de personas que realicen partos humanizados en Chile.
He buscado por todos lados y no sé de nada por acá!.
Te ruego me ayudes con esto.
Gracias y saludos!
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