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martes, 8 de enero de 2013

Beneficios Físicos y Emocionales de la Lactancia Materna

Hoy en día, pareciera que hablar de “lactancia prolongada” significa hablar de un niño que mama más allá del año de vida. Pero sabemos que la edad del destete es una cuestión cultural. Investigaciones antropológicas evidencian que el destete natural y espontáneo en los seres humanos oscila entre los 2,5 y 7 años de vida y tanto la OMS como UNICEF recomiendan el amamantamiento hasta los dos años o más.

A pesar de ello, en los países occidentales nos seguimos escandalizando ante un niño que toma pecho en su segundo año de vida (más aún si se toma el atrevimiento de hacerlo en público).
Y muchas, muchísimas madres se ven en la disyuntiva de destetar a sus bebés, influenciadas por las presiones sociales de su entorno, y lo que es peor, por lo que les indican pediatras que poseen una pobre y des-actualizada formación en lactancia materna.
Extraído de Duérmete Hannibal



viernes, 15 de abril de 2011

EN BRAZOS: la importancia del contacto físico y del apego

Biberones, chupetes, cochecitos, cómodos sillones regulables, adaptadores para el auto y la bicicleta, cunas transportables, desarmables, sofisticados accesorios con sonidos, colores, formas…sin duda alguna la industria ha diseñado todo tipo de implementos para transportar, alimentar, dormir, entretener y estimular a nuestros bebés. En unas pocas décadas se nos han vuelto necesarios, imprescindibles. Se han ligado indisolublemente a la imagen del bebé sano y feliz. De algún extraño modo hemos conseguido que hoy, un bebé que no usa chupete, que toma el pecho o va en brazos de su madre sea la excepción y no la norma. Es tan inusual, que quienes optan por una crianza con apego y con respeto por las necesidades de los bebés, se ven amenazados por toda clase de teorías y condenas que aseguran que su hijo no está sano y que, de no intervenir a tiempo, las consecuencias serán muy graves. Brazos, ¿hasta cuándo? La mayoría de los bebés comienzan a andar alrededor de los 12 meses de vida. Dan unos pocos pasitos y la familia contenta celebra que “ya camina”. Sin embargo, pasarán aún un largo par de años hasta que este niño que hoy a tientas logra mantenerse unos segundos en pie, pueda caminar sin perder el equilibrio, correr, sostenerse en un solo pie, retroceder, detenerse de pronto. De modo que caminar, lo que se dice caminar, es algo que se aprende completamente pasados los 3 años de vida. A pesar de esto, todos sabemos que aún luego de esa edad, los niños se cansan con gran facilidad y piden brazos. O sea que desde el aspecto físico, los niños necesitan ser cargados en brazos por lo menos para trasladarse de un lado hacia otro hasta que estén en condiciones plenas de hacerlos por sí mismos. En la práctica, nuestros hijos piden brazos por muchos otros motivos además del que acabamos de mencionar: al estar cansados, con sueño, cuando se lastiman, se asustan, se intimidan, se cansan de mirar el mundo a la altura de rodillas y patas de las mesas, e incluso por motivos que sólo ellos conocen. En estos casos, nunca falta una tía (con las mejores intenciones, claro), una suegra, una vecina o incluso una perfecta desconocida, que se siente en el deber de alertarnos: “lo vas a malcriar”. Esta sentencia abre varias cuestiones que podemos analizar. La primera de ellas es la creencia de que estar en brazos es algo que no debe ocurrir, y desde luego NUNCA en una “buena” crianza. Es algo malo, que se hace para darles el gusto a los hijos, y parece imposible que para los papás resulte placentero o lo disfruten. Otra cuestión interesante es la idea de que si le das algo a tu hijo que le gusta, luego nunca dejará de pedirlo. Parecería que los bebés fueran adictos en potencia, que una vez que satisfacen sus necesidades con algo, no podrán dejar de pedir más. Personalmente, no he visto niños con problemas para dejar el cochecito o la sillita del auto cuando están maduros para ello. Y tampoco niños de 10 años pidiendo ser alzados en brazos. En algún momento de la evolución, simplemente dejan de pedir lo que ya no necesitan. Las edades que tomamos como referencia para el desarrollo de nuestros hijos, están puestas de un modo arbitrario y no coinciden con la realidad por mucho que intentemos forzarlos. Otro mensaje que se desliza en estas sentencias es que el niño no necesita estar en brazos, lo pide sólo para molestar, o por capricho, o porque nos “tomó el tiempo”. Evolutivamente, un niño de tan corta edad, no tiene capacidad de elucubrar un plan tan especulativo, ni puede aprender el concepto de tomar ventaja, de aprovecharse de los demás. Las cosas para ellos son más simples: me siento cansado, triste, inseguro, y busco refugio en el lugar que me da más tranquilidad, junto al corazoncito de mamá, entre sus brazos, acurrucado. La intención es clara y sencilla: pido aquello que necesito”. “Un aspecto fuerte dentro de quienes desaprueban el contacto estrecho con los bebés o la satisfacción de sus necesidades, es el fantasma de la dependencia que le generará al bebé estar en brazos, tomar teta, compartir la cama con sus papás, etc. Veamos un poco de dónde surge esta idea. El apego Esta dependencia de la que venimos hablando, tiene un nombre en la literatura psicoanalítica, se llama apego. El apego es la capacidad de formar y mantener relaciones. Como el ser humano vive en comunidades y es interdependiente de los otros seres humanos, es importante que aprenda desde pequeño a establecer lazos con los otros, y para preservar la especie, éstos deben ser estrechos y estables. Estos lazos otorgan bienestar, seguridad, consuelo, placer… Y la amenaza de pérdida del objeto al cual nos hallamos apegados, provoca ansiedad, angustia, temor. La primera relación de apego que desarrollamos luego de nacer, es aquella que se da con nuestra madre. En el momento del parto, mamá y bebé segregan hormonas –opiáceos- que les facilitan –en condiciones de intimidad y contacto físico- este sentimiento de dependencia mutua, de fusión que ambos necesitan. En condiciones naturales, una mamá que acaba de parir, abrazará a su bebé, ambos se mirarán a los ojos, emitirán sonidos, ella comenzará a acariciarlo suavemente, primero por las extremidades, y luego de a poco se estrecharán e intentarán mantener este contacto piel con piel durante todo el tiempo que les sea posible. La madre no puede dejar de mirar a su bebé con los ojos bien abiertos, le hablará con un tono de voz agudo pero de baja intensidad, con una gran sonrisa, y en pocos instantes este bebé estará listo para reconocer el olor de su madre de entre muchos otros olores, para diferenciar su voz, y se calmará mucho más rápidamente si es acunado por ella y no por otra persona. Durante estas dos primeras horas de vida, el bebé estará en un estado de alerta máximo que no volverá a repetirse hasta que hayan pasado algunos meses. Será incluso capaz de imitar expresiones del rostro de una persona que establezca un contacto visual directo con él a una distancia desde donde pueda verlo. Todo está preparado hormonalmente para que esta mamá y este bebé se enamoren el uno del otro, y desarrollen una fuerte dependencia mutua. Sin embargo, en la gran mayoría de los casos, estas primeras horas son utilizadas para realizar los primeros controles del recién nacido, a cargo de extraños, rodeados de estímulos luminosos, sonoros, y también dolorosos e invasivos. Todos ellos evitables o por lo menos, postergables. Naturalmente, tanto si se produjo esta separación como si no, mamá y bebé querrán estar juntos, reencontrarse, reconocerse, estrecharse y mantenerse muy cerca el uno del otro. Ese bebé que hasta hace unas horas era parte del cuerpo de otra persona, cuyo cuerpo estaba en contacto con un líquido tibio, con sonidos y movimientos, se encuentra perdido en una cuna, lejos de todo lo conocido y por ello llorará intentando recuperar aquellas sensaciones reconfortantes. Esta relación primera, será el modelo sobre el cual se edificarán todas las posteriores relaciones del niño. Si cada vez que necesitó consuelo lo obtuvo, si cada vez que necesitó a su madre la encontró, si sus necesidades de afecto y cobijo fueron atendidas, será un modelo que quedará incorporado como reasegurador, confiable, y cuando llegue el momento de comenzar a independizarse, siempre le resultará mucho más fácil si sabe que ante cualquier ansiedad o angustia, mamá estuvo allí”. La cultura del desapego El apego y el desapego son pautas culturales. En aquellas culturas que funcionan comunitariamente, se necesita criar a los niños de modo que sean solidarios, capaces de compartir, generosos, para que puedan priorizar el bien común del grupo. En culturas como la nuestra, se necesita que los niños sean independientes, y que aprendan a autoabastecerse, porque al llegar a adultos, importará la competitividad, el individualismo, el éxito personal y el poder. Por eso se necesita comenzar desde temprano. Separar a los bebés de sus madres precozmente, que aprendan rápidamente a sostener su biberón para que quienes lo cuidan no tengan que estar tan atentos; que se adapten a las canguro o a las guarderías sin llorar; que duerman solos toda la noche; que jueguen sin compañía; que dejen rápido los pañales; que se queden a dormir en casas de parientes o amigos, etc. Desde luego que estos requerimientos están pensados desde un mundo adulto que necesita rápidamente volver a la “normalidad”, hacer de cuenta que “aquí no ha pasado nada”, y amoldar a este bebé al ritmo de vida que tenía la casa antes de su llegada. Si pudiéramos relatar en primera persona un día en la vida de un bebé, teniendo en cuenta que sus necesidades básicas incluyen brazos gran parte del día, teta a demanda y presencia materna constante, comprobaríamos sorprendentemente que la mayor parte del tiempo, estas personitas de escasas semanas de vida-o incluso días-, postergan o renuncian a sus necesidades para hacernos el favor de permitirnos continuar con nuestra vida adulta: duermen solos en su cunita una o dos horas, se quedan en la guardería, aceptan un trozo de silicona –sin duda una mala imitación del pezón de mamá- para succionar, y nos esperan durante horas mientras hacemos nuestros quehaceres, o cumplimos con nuestra jornada laboral. Algunas mujeres sienten una gran preocupación por retomar su vida social, su silueta, sus actividades recreativas, su vida amorosa, y para esto es necesario que el bebé se esté quietecito, que duerma mucho, que no llore, que juegue solito y que se relacione con cualquier persona que esté dispuesta a quedarse a su lado. Esto es lo que se espera de un bebé casi desde las primeras semanas de vida. Si entendemos esto como “criar”, por supuesto que cargar al bebé en brazos, amamantarlo, dormir en la misma cama con él y satisfacer sus necesidades, será “malcriarlo”. Porque una vez que se ha dormido plácidamente en los brazos de mamá, y se ha abierto un ojo entre sueños y ella sigue estando allí, y al abrir la boca se encontró con su pecho dispuesto a cobijarlo y así se ha pasado todo el día, es lógico, comprensible y hasta esperable, que ningún bebé quiera conformarse con menos!!! Los adultos también necesitamos abrazos. Nos demostramos el afecto con caricias, con besos, con miradas, con palabras cariñosas. Nunca dejamos de necesitar este tipo de comunicación”. Cómo crear vínculo Poner al bebé al pecho, acunarlo, amamantarlo, acariciarlo, hablarle suavemente, sonreírle, cuidarlo, protegerlo, son actitudes que promueven la experiencia del vínculo. Los investigadores de estas temáticas, consideran que el factor más importante en la constitución del apego es el contacto físico positivo -expresado por las actitudes mencionadas anteriormente- ya que éste causa respuestas neuroquímicas en el cerebro que permiten que los sistemas cerebrales responsables del apego se desarrollen normalmente. Durante los tres primeros años de vida el cerebro alcanza el 90% del tamaño adulto y coloca en su lugar la mayor parte de los sistemas y estructuras que serán responsables del funcionamiento emocional, conductual, social y fisiológico para el resto de la vida. Por eso las experiencias de vinculación repetitivas durante la infancia proveen una base sólida para futuras relaciones saludables. Por el contrario, la inconsistencia del vínculo emocional o la falta de satisfacción de estas necesidades básicas de sostén, afecto y reconocimiento, generan conductas de ansiedad y desconfianza de los bebés hacia sus cuidadores. Los bebés pueden reaccionar a esta situación de múltiples maneras, que influirán ciertamente en la consolidación de un modelo de vinculación que luego harán extensivo al resto de sus relaciones. Que los niños se queden quietecitos en la cuna, que duerman toda la noche, que se valgan por sí mismos, son conductas que fomentamos para comodidad de los adultos, pero no son evolutivamente normales para niños pequeños. Si nuestros hijos pasan largas horas en compañía de extraños, ensayan intentos de enfrentar el mundo lejos de los brazos de mamá, hacen lo posible por dormirse en su cunita, están haciendo el máximo esfuerzo para acomodarse a un mundo adulto que dispone de pocos instantes para conectar con ellos. Son ellos quienes, a pesar de su pequeñez y su inmadurez, están sosteniendo nuestras necesidades, y aceptan sin rencores que en nombre de las buenas costumbres, les tildemos de caprichosos y malcriados. “CUANDO NOSOTROS ESTEMOS MENOS OCUPADOS, ELLOS ESTARÁN DEMASIADO GRANDES…” Lic. María Paula Cavanna. Psicóloga y fundadora de UPA Nota extraída de Mucho Mamá, blog que recomiendo visitar!

lunes, 25 de octubre de 2010

Por la recuperación de la maternidad expropiada

Por Jesusa Ricoy-Olariaga
Extraído de su blog.

Las mujeres gestan a sus hijos durante nueve meses, los alimentan, los mantienen así a la temperatura perfecta, y van con ellas a todas partes, creciendo en sus justas proporciones hasta llegar por fin al momento en el que están preparados para nacer. Entonces activan un complejo proceso químico y mecánico que los trae por fin a la vida fuera del útero. Al nacer lo primero que hacen es encontrar su fuente de alimento en el pecho de la madre. Lo consiguen a través del olfato, la vista, y pequeños movimientos. Se establece una comunicación de saliva, olores y suaves "golpes" con los puños que en secreto están generando el alimento que necesita para sobrevivir, lo hacen estimulando la producción de oxitocina en su madre, la hormona necesaria en el vinculo, producción de leche para expeler la placenta, contraer el útero y reducir hemorragias. Las hembras mamíferas se definen cómo tales por amamantar a sus crías. Esto es lo normal, lo olvidado, pero no obstante lo normal, en la gran mayoria de los casos...

Las mujeres me hablan de la necesidad de beber bebidas energéticas durante el parto, de tiempos establecidos para que el bebé este tumbado sobre su propio pecho (en inglés lo llaman “tummy time”) me hablan de aparatos para insertar en la vagina, para evitar episiotomias y tener mejor vida sexual, me cuentan técnicas para sacarse leche por si el niño pegará un estirón y a tu pecho le pillará “desprevenido” etc...Escucho con atención e incomprensión, sacudiendo mi cerebro por no poder sacudir mi cabeza, pero lo único que consigo descifrar es que todo esto son sintomas de una misma enfermedad social con un largo nombre:
“Nuestras-mujeres-no-pueden-parir-ni-alimentar-ni-cuidar-a-sus-bebés”
Hace ya algún tiempo que nos partieron las piernas para vendernos todo tipo de muletas...esto continua a día de hoy, y se hace más complicado por momentos.
Lo más increíble es que ya hemos llegado al punto de tener a nuestra disposición un artilugio que reduzca el riesgo de episiotomias, cómo si estás fueran algo espontáneo que nos ocurre sin ningún control, como al que le cae un tiesto de un balcón, les recuerdo que estás son llevadas a cabo por nosotros mismos.
De la misma manera que como tratamiento para evitar la inducción del parto, se nos introduce la mano en la vagina, para manipular la cervix y estimular las contracciones.
Intentar evitar la inducción a manos de los mismos que la administran...sigo sin entender.

Las mujeres hablan en foros sobre la libertad de elección, tiemblan ante la idea de imponer a otras como deben parir, alimentar o cuidar a sus bebés.
No consigo entender cómo hemos convertido el fomentar la salud, reivindicar una capacidad física que nos ha sido expropiada por intereses económicos y el proteger una herramienta esencial para la supervivencia de nuestra especie, en algo que sea un argumento politico, un debate sobre la libre elección o una opción intelectual.

Desde mi punto de vista, no conozco una mayor represión o imposición social, que aquella que no me permite parir, como y cuando quiero, aquella que no acepta ni social ni laboralmente mi maternidad, la que decide a través de interesés politicos y economicos, como alimento a mis hijos, la que me dice que mi cuerpo es un objeto sexual de quien lo mira y quién lo "usa".
No veo una mayor imposición para una mujer que la de un sistema que le exige que vaya contra su instinto, se tumbe y se abra de piernas y enseñe como pare a su hijo, por la comodidad de los observadores y por si hubiera que ayudarle.

La imposición social que ha enemistado a las mujeres con ellas y con las demás, y a los padres con sus hijos al convertir a los niños en estorbo social que hay que controlar y enviar a la guarderia lo antes posible, es una de las más tristes que conozco.

Si nuestra biología no encaja en esta sociedad, habrá que cambiar la sociedad y no al revés.
Si yo me pronuncio como mujer, madre, mamifero...sólo puedo existir en una sociedad que me acepte como tal, la alternativa es la negación de mi esencia, mutilación de mis atributos y en definitiva suicidio espiritual.

O sea que la historia se desarrolla más o menos así, las mujeres paren durante miles de años, tenemos éxito como especie, crecemos y de repente alguien interviene, esta intervención crea un montón de problemas, pensamos que estos problemas no han sido observados o atendidos antes, inventamos como solucionarlos, conclusión: la mujer no sabe parir, ni alimentar, ni cuidar de sus bebés...esto necesita observación, medición e intervención continua. Por otra parte esta situación genera una industria en torno a este proceso que genera grandes beneficios económicos, cuando se empieza a sugerir que quizás hay que devolver el parto expropiado, los intereses económicos se alzan como muros infranqueables, fomentando la ignorancia, presionando, contaminando, desposeyendo y usurpando.

Hay otra historia que necesita ser contada, hay algunas intervenciones que salvan a niños y mujeres, son un orgullo de nuestros avances y de nuestra inteligencia, cuando estás intervenciones se aplican de manera rutinaria o masiva, ponen en peligro a madres y niños y por lo tanto ambos necesitan de más intervenciones. Nuestro progreso reside en saber que no lo sabemos todo, en admitir que no se puede inventar una leche de laboratorio que sea igual a la que una madre produce y esto es extraordinario y maravilloso, jamás se podrá replicar el amor que yo siento por mi hijo de manera artificial, que no hay nada que pueda controlar el parto sin modificarlo, que no podemos predecir un parto, y esto no es un problema, ni una desventaja, es parte de lo extraordinario, de lo que se nos escapa y que debería dejarnos absortos que esto es magia, es vida y es sorpresa un material esencial contra el pesimismo y la depresión.
Es una pena que una gran parte de profesionales que trabajan en paritorios en hospitales no sepan, no hayan visto ni tengan experiencia profesional en lo que es un parto.

Y para todos aquellos que insisten en que les debemos algo, quisiera recordarles que las muertes que según ellos ya no existen no han sido erradicadas, fueron reducidas, por el uso de anticonceptivos, por la reducción de las practicas de abortos ilegales una mejor higiene y drogas para tratar las infecciones causadas por la falta de la misma.
La hemorragia posparto una de las cuatro razones de mortalidad entonces, se ha reducido gracias a ciertas drogas, pero le recordamos a nuestro querido mundo occidental, que esto sigue siendo una causa de mortalidad en el mundo en vías de desarrollo y este es una gran parte de nuestro mundo. También quisiera recordarles que una de las razones por las que Estados Unidos ha doblado su numero de mortalidad materna en los últimos veinte años, es porque un tercio de sus nacimientos son por cesárea (el doble de lo que les recomienda la OMS).

Por lo tanto, nuestras condiciones de supervivencia, pueden ser mejoradas, con higiene, tratando la infección si ocurre, y administrando una droga que pueda parar la hemorragia.
Y obviamente el poder hacer una cesárea en casos de absoluta necesidad.
Pero no hemos mejorado absolutamente nada por hacer episiotomías rutinarias, monitorización permanente, tumbar a la mujer de espaldas, administrarle oxitocina artificial y quitarle el control de la situación. Les hemos puesto en peligro, de hecho hemos empeorado psicologica y socialmente, en especial las mujeres y con ellas sus familias que creen que no pueden ni saben: parir, nacer, o sobrevivir. Y con estas familias y sobre esta constante negación edificamos nuestro mundo.

Hemos creado una sociedad dependiente, en una constante diálisis mental de leche en polvo, oxitocina sintética, de suplementos vitamínicos, y prevenciones del riesgo que no existe.

Nuestra libertad empieza en el nacimiento, nuestros bebés llevan una pulsera que los identifica, los identifica como el producto de un sistema, de una serie de intervenciones, llevan pulseras de plástico, porque en algún momento se les separará de sus padres, y por seguridad...¿hay mayor seguridad que la protección de los brazos de su madre?
Y si esos brazos no están ahí para protegerle, ¿no deberíamos preguntarnos por qué antes de ponerle una pulsera de plástico?.

El parto es el folclore, el lenguaje, la historia, el arte, el puente y la tradición de las mujeres. Es nuestra primera definición, nos hace conectar y pertenecer, es nuestro referente humano.
El parto es el momento de transición de una generación a otra y nos pertenece desde la normalidad y el respeto, si nacemos como una sociedad enferma, no nos queda otro futuro que crecer y morir como tal. Celebremos quien somos, celebremos la vida, celebremos el parto y a nuestros hijos, ¡La vida será una fiesta!

miércoles, 20 de octubre de 2010

SEMANA INTERNACIONAL SIN NESTLÉ

Nestlé es el objetivo de un boicot a la comercialización agresiva de leches infantiles en todo el mundo.
La Semana Internacional Sin-Nestlé (del 25 al 31 oct, 2010) es una semana para que aquellos que apoyan el boicot puedan hacer más para promoverlo y para que aquellos que no boicotean intenten hacerlo, al menos durante una semana, evitando consumir Nescafé, el principal objetivo del boicot, asi como otros productos de Nestlé.

Enviad un mensaje a Nestlé diciendo que están boicoteando para ayudar proteger a las madres y los bebés.

Ver plantilla aqui: https://docs.google.com/document/pub?id=1Vh7JBu8syEBYW7PTzIgIVsjViYhRFLUDbXYMypftQ9E

O utilizad el formulario en inglés aqui: http://info.babymilkaction.org/emailnestle

Nestlé es una de las cuatro empresas más boicoteadas del planeta, de acuerdo con GMI, y el boicot ha obligado a cambios importantes.

Durante la Semana Internacional Sin-Nestlé 2010, Baby Milk Action hace un llamamiento a la opinión pública para notificar a Nestlé sobre su última estrategia de marketing global con la leche artificial. Nestlé se dirige a las madres y los trabajadores de la salud con la afirmación de que sus leche artificial "protege a los bebés a pesar de que los bebés alimentados con fórmula son más propensos a enfermar que los bebés alimentados con leche materna y, en condiciones de pobreza, tienen más probabilídades de morir. Nestlé esta acusado de intentar quitar importancia al mensaje de que “el pecho es lo mejor” con su último comunicado que afirma que su leche artificial es "El nuevo “patrón oro" en la nutrición infantil" - véase el comunicado de prensa: http://info.babymilkaction.org/pressrelease/pressrelease10oct10

Nestlé también está acusado de negarse a proporcionar información importante a los padres y cuidadores que utilizan su lecha artificial.

Nestlé ya ha recibido miles de correos electrónicos, pero hasta el momento se niega a suspender esta campaña de marketing.

Ayuda a difundir esta convocatoria para aumentar la presión, particularmente durante la Semana Internacional Sin-Nestlé. Podeís añadir el banner y el logotipo Zona Libre de Nestlé a vuestra web o blog a través de la página de Baby Milk Action: http://info.babymilkaction.org/nestlefree

jueves, 7 de octubre de 2010

MANIFIESTO PARA LA REVOLUCIÓN MATERNAL

por Jesusa Ricoy-Olariaga



MANIFIESTO

Dedicado a todas las madres, a las comadronas, a los profesionales de las maternidades, a las mujeres, a nuestros hijos, pero sobre todo a madres reales que día a día escriben, hablan y organizan eventos desde la maternidad que les ha hecho saber que son capaces de parir mundos. Pero dedicado en especial a Nohemi, Ileana y Ana Isabel y a mis doulas Isabel y Nuria.


No pedimos disculpas ni pedimos permiso, de hecho no pedimos absolutamente nada.

Establecemos aquí y ahora que:

Nuestro cuerpo es nuestro y no un escaparate, ni un invento, ni una moda de otros.

Nuestro embarazo es nuestro y es un periodo en la mayor parte de las veces de salud y felicidad y no un continuo desasosiego.

Nuestro parto es nuestro y es un momento sagrado y de transición que requiere el más absoluto respeto. No se nos maneja, ni dirige, ni se nos interviene a no ser que sea absolutamente necesario, por comadronas que entienden y se han informado sobre esta necesidad.

Nuestra leche es nuestra, es irremplazable no entiende de intereses económicos, es nuestra historia, nuestro arte, nuestra cultura, nuestro vínculo y nuestra supervivencia.

Nuestros hijos son nuestros y no del Estado. Las decisiones en torno a su crianza y educación deben estar libres de presiones politicas, económicas o sociales.

Nuestro futuro es nuestro y la mujer para poder ser libre debe también serlo como madre, si el feminismo que nos trajo hasta aquí se dejó un trozo de nosotras en el camino no estamos en ningún sitio, no existimos.

Somos mujeres como colectivo, como hermanas, como tribu y no podemos perdernos por el camino.

Desde el útero, desde las entrañas y con el bebé en el brazo exigimos:

* Acabar con la promoción de falsos estereotipos de belleza, inventados por las industrias de la moda y de la pornografía y generados por ordenador .
* La integración social de la maternidad.
* La normalización del pecho como fuente de alimento de nuestra especie y contacto físico necesario para la madre y el bebé. Que la leche artificial se dé unicamente bajo prescripción facultativa.
* Que las madres puedan disfrutar de su maternidad y amamantamiento sin presiones económicas, políticas o sociales
* Que la mujer dé a luz en libertad y sin presiones externas, es decir, en su casa o en el hospital, y en sus propios términos siendo informada de sus opciones.
* Nadie puede tocar y mucho menos alimentar a nuestros bebés sin permiso y nadie puede interferir en nuestro espacio o tiempo para estar con nuestros bebés.
* Que la crianza y educación de nuestros hijos sea una prioridad social, re-evaluada y entendida desde el punto de vista fisiológico y respetando siempre las necesidades emocionales de los niños.
* Que los bebés y los niños sean amados y respetados socialmente, cualquier publicidad, publicación o similar que implique que el niño es un estorbo social es denigrante.
* Que la promoción y utilización de guarderías y centros en los que dejar a bebés menores de dos años se regularice teniendo en cuenta las necesidades fisiológicas y alimenticias del bebé recomendadas por la OMS y otros organismos similares, si para ello hay que alargar la baja maternal que así sea.
* Que la familia sea respetada y apoyada como lo que es, la base social que genera el futuro.


Para manifestar tu adhesión al manifiesto puedes enviar un email con tu nombre completo a rompiendoaguas@gmail.com indicando MANIFIESTO en el titulo. Gracias!
O nos podeís encontrar en Facebook

domingo, 12 de septiembre de 2010

CARTA A LOS QUE OPINAN SOBRE COMO CRIAR A TU BEBÉ

Excelente texto de Valeria Calderón de Portabebés Ayu.
Nota completa aquí.

Por Valeria Calderón, para Esther y todas las mamás que a veces se sienten abrumadas y quieren que los demás las dejen experimentar su sabiduría interior.


Imagina que tu bebé nace a la vida y que comienzas a practicar un nuevo baile de dos en el que experimentas muchos sentimientos:

Puede que estés muy emocionada y feliz, aunque algo adolorida y cansada, o sientas tus “hormonas alborotadas” y llores sin razón aparente. O te abrumen sentimientos encontrados de amor y rechazo hacia tu bebé, por un lado deseas abrazarlo y no despegarte de él ni un minuto porque tu instinto y tu bebé te lo piden, o por el contrario, experimentas sensaciones de lejanía, falta de conexión, vaciamiento o separación.
Tal vez empiezas a disfrutar de la lactancia desde el principio y no presentas molestias como grietas o fisuras y manejes la eventual congestión mamaria cuando a los pocos días baja tu leche con descanso, calor local y amamantando frecuentemente por ejemplo, ofreciendo el pecho a tu bebé serenamente. O por el contrario, no quieres amamantar del todo, o solo deseas hacerlo por un corto tiempo o encuentras muchos tropiezos que sientes, dificultan la labor que se espera de ti como mamá. Incluso puede pasarte que no entiendes porqué esa pequeña personita te está reclamando permanentemente al paso que desconoces tu propio cuerpo cansado y adolorido, que además saca líquidos de leche, sudor y sangre y no entiendes tampoco porque no te sientes dueña de ti.
Son tantas las situaciones que puedes llegar a vivir que te preguntas si al necesitar pedir ayuda vas a encontrar apoyo, acompañamiento o reconocimiento de tus sentimientos, sean estos negativos o positivos pero legítimos igual. O si por el contrario, te vas a encontrar con una retahíla de opiniones y consejos que tal vez vayan en contravía de tus creencias, convicciones, emociones o de la sabiduría interior que está encerrada en ti esperando salir.
Consideras que tu cuerpo, máquina perfecta diseñada para albergar, cuidar y alimentar a tu bebé mientras crece dentro de ti está también preparado para albergar, cuidar y alimentar a tu bebé mientras crece fuera de ti. Y lo sabes! Sin embargo, necesitas tiempo, necesitas conectarte con tu interior, con tu intuición, con esa sabiduría.
Y te pasa que decides continuar con aquel contacto que iniciaste cuando te enteraste de la dulce espera y que siguió cuando recibiste en tus brazos a esa personita que viene a complementar y engrandecer tu mundo! Y lo haces con tu incondicional entrega y a través de tus cuidados y del pecho generoso que le ofreces. Te entregas a satisfacer su fuerte instinto de succión sin medidas, cálculos o cuantificaciones y te das cuenta que esa necesidad tan vital para tu bebé requiere de tu permanente disponibilidad, paciencia, tiempo…
Te das cuenta que el calostro, aquel fluido vital que al principio viene en pocas cantidades es suficiente e importante para que tu bebé reciba gotas de inmunidad y de alimento. Te das cuenta que tu cuerpo contaba con ese alimento, pero que si hubiera fluido a chorros desde el principio, tu bebé tal vez no habría podido controlarlo sin atragantarse porque recién está adaptándose al baile y porque su estómago es pequeño. Observas además que poco a poco ese preciado líquido se va convirtiendo a través de la succión y del tiempo, en leche madura que le dará no solo nutrición sino el afecto que necesita y que irá creciendo en su caudal si no le pones ningún tipo de interferencia, ni horarios, ni relojes marcando los minutos en que supuestamente debe permanecer al pecho tanto de día como de noche, tanto despierto como dormido.
Entiendes que tu cansancio posiblemente no se irá pronto porque tal vez seguido al parto se sumarán noches de despertares de tu bebé que no se parecen a los despertares de un adulto sino que respetan los propios ciclos y ritmos naturales de alguien pequeño que necesita con frecuencia de tu cercanía, tu calor y tu alimento y que posiblemente a ti te funciona para descansar mejor, pasar ese tiempo y esas noches con tu bebé pegado a tu cuerpo sin que le importe al mundo.
Y continúas cuidando a un pequeño o pequeña que te necesita mucho; a tu hijo o hija a quien nutres con toda la paciencia siguiendo los dictados de tu instinto, ojalá sin más interferencia que los pensamientos que rondan tu mente y tu corazón, posiblemente acerca de si lo estás haciendo bien o mal. Y sientes que algo estás haciendo bien…
Tus familiares y amigos respetan esa diada y contribuyen a que ese vínculo se manifieste en todas sus vertientes. No interfieren cuando acunas y meces a tu bebé o cuando le cantas o mantienes ese contacto piel a piel. Tu cuerpo ya tiene establecida la lactancia conforme los pedidos y requerimientos nutricionales de tu bebé y empiezas a sentir confianza porque seguiste los dictados de tu intuición y pusiste en práctica la sabiduría con la que naciste y que se despierta para que ambos tomen de ella lo necesario para fluir; una sabiduría de dos y solo para dos.
O si pensaste que no pudiste o no quisiste tomar esa sabiduría, la ayuda que recibiste no fue producto de opiniones, críticas ni juicios de valor, sino del acompañamiento y del reconocimiento de lo que sentías en ese momento, sentimientos que estaban en ti.
Todos dan un paso atrás para no entorpecer tu camino de madre. Solo a pedido tuyo te acompañan, hacen mandados o se reparten la elaboración y transporte de alimentos nutritivos para ti y tu familia, otros te ayudan a limpiar y ordenar un poco la casa, otros juegan, acompañan y atienden a tus otros hijos si los tienes y todos participan sin preguntas diferentes a qué pueden hacer para que te sientas bien.
Nadie interfiere con abusivos comentarios basados en su experiencia previa de crianza o lactancia, o basados en cómo se desempeñaron sus propios cuidadores o sobre cómo debería criarse a un bebé.
Menos te dirán que no lo beses porque “quien sabe que microbios le pasarás” ni que como “no te sale leche” tras el parto y tu bebé quiere estar “pegado a ti todo el tiempo” no tienes lo suficiente para alimentarlo; menos que debes complementarlo con sustitutos de la leche materna o vigilar su peso porque es probable que si te pide tanto se bebe a que eres “mala lechera”, cuando sabes que es precisamente ese contacto el que hace fluir caudales de leche en tu cuerpo y cuando para ti, entre más leche le des a tu bebé y sin muchos intervalos programados de tiempo, se alimentará mejor y su peso corresponderá al de un bebé sano. Y que si llora no es porque esté mal alimentado sino que tal vez es su manera de expresarse y porque en ocasiones necesita también contacto, calor, disponibilidad, acercamiento, acompañamiento, sensación de bienestar, mamá.
Nadie te dice que te separes de tu bebé y que lo tienes demasiado tiempo alzado en brazos, cuando sabes que ese contacto es tan nutritivo como tu leche, así como tampoco señalan que debes poner horarios en la alimentación para que tu bebé se regule y por ende te deje dormir, cuando sabes que medir el tiempo en que un bebé pasa al pecho atenta contra la producción de leche materna y que es óptimo ofrecérsela cada vez que el bebé te lo pida y durante el tiempo que lo pida.
Tampoco te sugerirán investigar tu historia familiar de lactancia porque “eso de ser mala lechera es hereditario”, cuando sientes que cada mamá experimenta una vivencia única de lactancia. No te dicen que debes levantarte, que es el colmo que estés encerrada días y noches dando pecho y atendiendo a tu bebé, que te ocupes de tus cosas personales y que se va a malcriar por estar todo el tiempo a tu lado, cuando sabes que en estos momentos tu bebé te necesita más que nunca.
No te dirán “cómo dejas” que se quede dormido en tu pecho, cuando para ti es la manera más eficaz y cariñosa de hacerlo porque en ese momento de su ciclo vital parece que le encanta y le sirve dormirse así y lo hace además plácidamente. Menos te aconsejan que si se despierta con el menor movimiento tuyo o llora cuando te alejas sea porque es un malcriado, cuando sabes que si lo hace es porque te necesita. Tampoco te dicen que es mejor taparte los oídos para que llore hasta el cansancio y se acostumbre a dormir solo sin que tengas que acudir a atenderle, o que implementes rutinas en las que progresivamente te vas alejando de tu bebé hasta que complete determinadas horas seguidas de sueño, cuando sabes que los pequeños tienen ritmos de sueño diferentes a los de los adultos y constantemente se despiertan exigiendo la cercanía de un cuidador.
No se les ocurrirá “aconsejarte” a medida que tu bebé vaya creciendo, que “ya es hora” de acortar las tomas de leche materna o incluso de destetarlo porque tu leche ya no lo alimenta y “es pura agua” cuando sabes que a pesar del tiempo sigues pasándole defensas y alimento, pasándole cariño, seguridad, confianza; ni te dirán que dejes de correr a su lado cuando llora o te pide el pecho solo por consuelo o cuando se lastimó o se entristeció por algo, o solo porque simplemente en ese momento quería “mamá”. Mucho menos te dirán que ya está muy grandecito para que lo alces, ni siquiera sentada, así ya no quepa en tus piernas.
Todo te lo dirán tu sabiduría, tu instinto, tu corazón, tu intuición y eventualmente, lo que creas que no sepas te lo pueden decir personas que hayan vivido una feliz experiencia de lactancia, o de crianza independientemente de si han amamantado o no. Y te lo pueden decir personas que además saben cómo ayudarte a superar algunos impases como grietas, fisuras, congestión mamaria y demás. Personas que te acompañen sin juzgarte y que no tomen posición sobre tus decisiones de amamantar o no amamantar o de no dejar llorar, de cargar, personas cuya presencia te beneficie, te acompañe.
Imagina que pasó el tiempo y recuerdas cuando tu bebé nació a la vida, cuando comenzaste a practicar aquel nuevo baile de dos en el que experimentaste situaciones diversas. Reconoces que esa manera de nutrir con alimento materno y con cercanía, tiempo y acompañamiento a tu bebé es milenaria, que en los tiempos de las primeras personas en el mundo y aún hoy en día para muchos, no existía ni existe mejor manera de proteger a los bebés y que sus cuidadores: mamá, papá y grupo social los podían llevar cargados, con el pecho de su madre a disposición, atendiendo todas sus necesidades sin el temor de que se convirtieran en seres caprichosos, manipuladores o tiranos; disponiendo para ellos de tiempo; tiempo que hoy en día parece ceder a necesidades personales que bien se puede satisfacer en otro momento o tiempo que parece interminable pero que con el correr de los años te diste cuenta que pasó como pasa lo que dura un pestañeo; tiempo que descubres se convirtió en horas de amor que le diste a tu bebé.
Y te das cuenta que tu sabiduría es y fue tan grande, que te permitió dar rienda suelta a los dictados de tu corazón y que solo tú sabías lo que era mejor para tu bebé, porque era tu bebé y tú su mamá. Y que seguiste y recorriste ese camino que al principio tal vez te tomó esfuerzo o no querías explorar porque tenías dolor, emociones, inseguridad, fatiga, contradicciones y sensaciones que no habías conocido antes, pero que tal vez sola o con la ayuda de acompañantes respetuosos viste que lo caminaste mejor, con un paso seguro y firme, porque sabías que tenías el conocimiento y que estaba en ti, porque lo dejaste fluir y te dejaron hacerlo.
Si tenías pareja, ella participó en el baile, siendo entonces tres. Te acompañó o incluso te reemplazó en algunos cuidados como bañar, cambiar o cargar en sus brazos al bebé pequeño y posiblemente te cuidó además a ti, protegiéndote, ofreciéndote algo que te gustara o necesitaras, o simplemente preguntándote cómo estabas y que podía hacer por ti. Y más adelante, te sentiste tranquila y con la confianza de que si empezabas nuevos bailes en los que ya no serían tres, sino o cuatro, cinco o más, los miembros de esa nueva familia estarían rodeados de seguridad, confianza y tranquilidad.
Ahora sabes que ese pequeño caudal inicial de gotas de energía nutritiva que aumentaron su volumen para convertirse en leche madura fue un alimento importante para tu bebé quien tuvo acceso libre sin límites y que tomó todo lo que necesitó de manera cómoda y confortable. Tu bebé se alimentó naturalmente de ti, de tus sentimientos, de tus emociones, te tu contacto, de tu apego, en fin, se nutrió de tu vida entera y fue además un bebé sano!
Ahora entiendes que la naturaleza te proporcionó todas las herramientas para protegerlo y que si lo abrazaste y lo tuviste cerca mucho tiempo, muy probablemente se convirtió en una niña o niño seguro, independiente, nutrido y sano que dará paso a una mujer u hombre que mañana se permitirá y podrá permitir esa misma cercanía tan vital, valiosa y necesaria con sus propios hijos.
Hoy sabes que una madre cuenta con mucha sabiduría así esté comenzando a bailar y que si te pide la acompañes en un tiempo tan importante para ella, lo harás respetuosamente, sin opiniones ni consejos y solo con tu disposición de ayudar a quien está empezando a recorrer ese camino que con tu propia sabiduría diferente a la de ella, tu ya recorriste.

jueves, 5 de agosto de 2010

"Desnaturalizados "


Bajo el lema de "Paso a paso hacia una atención humana del nacimiento y la lactancia" y en el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2010 que estamos celebrando entre el 1 y el 8 de agosto, les comparto un artículo muy interesante de una psicóloga argentina.
(El resaltado en negrita es mío)



"DESANATURALIZADOS"

Seguimos recopilando indicadores que denuncian la manera en que hemos alterado nuestra naturaleza. La vida agitada, urbana, productiva y tecnológica viene atentando contra nuestra condición humana. Retomo para reflexionar el Boletín anterior dedicado al destete cuya temática -de apariencia femenina- involucra a todos. Confirmo con tristeza que en la Argentina el 78,4% deja de amamantar antes de los seis meses. Un tiempo que toda evidencia científica e intuitiva confirma que es demasiado pronto. No me detengo a profundizar excepciones ni casos individuales que justifican un destete temprano. Hablo del promedio. Surge una hipótesis y la comparto: el destete es un patrón vincular que da cuenta del apego con nuestras crías y cuando se vive de manera natural sienta bases de salud psíquica. Por el contrario, la manera en que se transita este proceso en la actualidad refleja una de las fuerzas que da origen a los padecimientos del hombre moderno.
Una vez más comprobamos que estamos intervenidos. No tenemos paciencia para respetar nuestros ritmos vitales. Cuesta vincularnos y sufrimos una alta tasa de "desnaturalización" que nos enferma.
Somos testigos de la intervención por todos los costados. En lo superfluo y en lo hondo: ecosistemas, nacimientos, pómulos y labios. Nos hemos dejado intervenir hasta en nuestros procesos más fisiológicos. Nos cuesta parir (el índice de cesáreas es francamente aterrador) y ni mencionar vivir conectados a nuestros ritmos internos. Somos cada vez más pobres para disfrutar de lo gratuito, y la vida es cada vez más cara.
Volviendo al destete, escuchamos incontables historias de mujeres boicoteadas para abandonar la lactancia. Falta de apoyo o simple desinformación. Infundados consejos médicos y psicológicos en nombre de la independencia, perversos intereses económicos de las leches artificiales, escasos modelos de maternaje con apego. Mujeres que pierden su poder y su derecho a dar la teta hasta que tengan ganas. Familias forjadas a entrar rápido al sistema mercantil perdiendo la gratuidad de la leche materna. Y el riesgo que supone la interrupción de ese fluido vivo que nos mantiene conectados piel a piel, haciendo gala de nuestra condición mamífera. Podemos imaginar las primeras comunidades de hombres, y saber que la lactancia materna fue lo que mantuvo viva a la especie generación tras generación. Hoy pensamos que podemos prescindir o sustituir esta primera ligazón con tetina plástica y leche de vaca o cabra premium. Una madre primeriza preguntaba cual era la mejor leche para comprar para su bebé. La tuya. Buscamos afuera, y está adentro. El destete es un proceso que lleva tiempo, y eso es lo que menos tenemos. Requiere respeto, escucha y estar atento a las necesidades de nuestros hijos. Cómo nos cuesta! Se ve claramente una falta de cultura de amamantamiento en las grandes urbes y cuesta integrar maternidad con trabajo. Sin embargo, hay un grupo de mujeres que están trazando un nuevo surco.
Planteo un escenario con tono dramático pero al mismo tiempo algo esta pasando y se empieza a mover. La fuerza del péndulo que equilibra. Un impulso que viene desde bien adentro y se manifiesta en diferentes voces y acciones. Se palpita por ejemplo en la cantidad de movimientos que revalorizan una vuelta a lo "natural" (ecología, alimentación orgánica, parto respetado, lactancia materna etc.) y en la toma de conciencia individual de que así no podemos seguir viviendo. Si continuaron leyendo hasta aquí imagino que pueden estar sintiendo algo parecido.

Lic. Carolina Gowland
Psicóloga
carolinagowland@gmail.com

jueves, 15 de julio de 2010

Separaciones tempranas

La necesidad básica primordial de todo niño humano, es el contacto corporal y emocional permanente con otro ser humano. No es más complicado que “eso”. Sin embargo, algo que debería ser sencillo y espontáneo, lo hemos convertido en un problema. Casi todos apuntamos a que el niño pequeño “no nos moleste”. Es extraño. Ninguna otra especie de mamíferos pretendería algo tan insólito de su propia cría. Pero para los humanos es común determinar que lo mejor es “dejarlo llorar”, “que no se mal acostumbre” o “que no se vuelva caprichoso”. Y nos resulta totalmente habitual que el cuerpo del niño esté separado: Solo en su cuna. Solo en su cochecito. Solo en su sillita.
Apenas nace, suponemos que debería dormir solo. Crece un poco, y ya opinamos que es grande para pedir brazos o mimos. Y si crece un poco más, es grande para quedarse en casa. Luego es grande para llorar. Después es grande para no quedarse en una fiesta de cumpleaños. Y por supuesto, siempre es grande para hacerse pis, o para tener miedo de los mosquitos o para no querer ir a la escuela. Si todo lo que necesitaba desde el momento de su nacimiento fue contacto y no lo obtuvo, sabe que su destino es quedarse solo. La necesidad de contacto no desaparece al no obtenerla, entonces su mejor opción será cambiar el modelo de llamada hacia un sistema más “escuchable” para el adulto y posiblemente más molesto. Generalmente el niño enferma. Casi todos los niños están enfermos de soledad. Pero los adultos no reconocemos en la enfermedad del niño, la necesidad desplazada de contacto y presencia.
Ahora bien, si cada uno de nosotros tuviésemos la valentía de recordar y sentir el dolor sufrido a causa de los métodos de crianza y educación que hemos padecido, y si pudiésemos ponernos las manos sobre el corazón y recordar las vejaciones, humillaciones y desamparos que hemos sufrido siendo niños, comprenderemos que todo esto se trata de una revancha. Descargamos la impaciencia, la incomprensión, la desdicha y el odio del que fuimos víctimas. Ahora pretendemos salvarnos y no tocar al niño, porque tocar nos duele. Nos duele el cuerpo rígido por falta de amor, nos duele la moral, nos duele el alma. ¿Estamos dispuestos a hacer algo por las futuras generaciones? Entonces resolvamos nuestro dolor infantil y pongamos nuestro cuerpo a disposición de quienes son niños hoy.

Laura Gutman

martes, 8 de junio de 2010

Grupo de Apoyo a la Lactancia Materna en Tigre

AMAMANTA Grupo de Apoyo a la Lactancia Materna tiene un nuevo lugar donde continuar trabajando voluntariamente y sin distincion de ningun tipo (religioso, social, politico y económico) por el apoyo, promocion y difusion del amamantamiento como lo viene haciendo desde hace casi 24 años. Nos reunimos en Av. Cazon 1255 -Tigre- (entre Sarmiento y Albarellos), alli tiene su sede la Fundacion Crecer con Todos.
Esta institucion nos brinda de forma totalmente gratuita un espacio dentro de sus instalaciones para que continuemos compartiendo experiencias e informacion fehaciente acerca de la lactancia materna, ofreciendo siempre nuestro apoyo, ayuda y contencion a todas aquellas futuras y recientes mamás que asi lo deseen.

Invitamos a embarazadas y mamás con sus bebés a participar de nuestros encuentros ya que uno de nuestros objetivos es acompañarlos en una etapa en la cual surgen incertidumbres, dudas y sentimientos desconocidos hasta este momento, el nacimiento de un hijo.

Ademas de estrenar lugar, cambiamos los dias de reunion. Desde este lunes 07 de junio las esperamos TODOS LOS LUNES DE 14:00 A 15.30 HS. Estamos a 3 cuadras de la Estacion Tigre TBA. Colectivos que pasan por Av.Cazon: linea 60, linea 721, linea 720. Linea 343 las deja a 2 cuadras, Italia y Sarmiento.

ENTRADA LIBRE Y GRATUITA

Para información y consultas nuestros teléfonos:
4744-6872/4749-9024 /4743-1093/1558393850

"Amamantar, la mejor forma de comenzar la vida"
grupoamamanta@yahoo.com.ar
www.grupoamamanta.blogspot.com

martes, 1 de diciembre de 2009

Las Leches Vegetales!


''Las leches vegetales, un nuevo horizonte nutricional'' de Natalia Fernández Scosería es una guía práctica para descubrir los beneficios de incorporar nutrientes vegetales poco utilizados en la alimentación actual, que pueden reemplazar y hasta superar las propiedades de la leche vacuna. ''Con este libro se caen los mitos: los lácteos sí son reemplazables y no fundamentales para el buen desarrollo y crecimiento de un/a niño/a. Más aún si se tiene en cuenta que la leche es uno de los productos más modificados por la industria'' cuenta la autora de la obra. Ofrecemos a l@s lector@s un adelanto del libro.


El propósito de esta investigación acerca de las leches vegetales surgió como consecuencia de mi experiencia como madre de una niña con eczema. Desde su nacimiento traté de ser cuidadosa con la lactancia materna, exclusiva hasta los 6 meses, y el suministro regulado de leche de vaca, diluida, o mezclada con tisanas. A partir de los 10 meses comencé a darle biberones de leche de vaca entera, como complemento de la lactancia materna y las papillas.

Suspendí el amamantamiento a los 13 meses, y se puso en evidencia la herencia familiar con toda su potencia. Luego de mi desesperación y culpa (y sé que al decir ''culpa'' la mayor parte de madres que lean esto sabrán de este sentimiento) comencé a recordar que yo también fui alérgica a la leche durante la infancia. Durante la adolescencia construí mis bases naturistas, y años mas tarde a través de un amigo mexicano especializado en herbolaria conocí las leches vegetales. Esto abrió para mí un nuevo horizonte en la alimentación de mi hija, la mía y la de muchos niños y adultos que puedan padecer alergias o no. Ofreciendo un sustituto inofensivo alergénicamente, con mayor potencial en nutrientes y aceites vegetales de alta calidad, que en casos de eczema colaboran con la reconstitución capilar y cutánea, y aportan al régimen alimentario vitaminas en estado natural esenciales para el crecimiento saludable de nuestros hijos.

Aunque la denominación ``leche`` es propia del primer alimento de los mamíferos, las leches vegetales son otra grandeza de la naturaleza que se extraen de frutos secos tales como las almendras, nueces, algunos cereales y leguminosas, que también poseen el color blanco de la leche animal, y cantidad de beneficios extra. Además de ser mas fáciles de digerir, están exentas de antibióticos y hormonas, colesterol, lactosa (azúcar de la leche), contaminación bacteriana o viral, no es proteína animal (para aquellos que deseen recorrer un sendero hacia el vegetarianismo), y no son alergénicas, salvo la leche de soja que merecerá una sección aparte, por su popularidad y por la falta de información acerca de ella.

Son de fácil utilización, ya que pueden ingerirse solas, mezcladas o combinadas, en preparaciones culinarias, con cereales o para cortar tisanas y ser calentadas sin inconvenientes.

La televisión y los medios populares de información sostienen que la leche de vaca es fundamental para la buena salud, crecimiento de los niños, y la prevención de enfermedades como la osteoporosis. Con esta investigación se busca fundamentar que hay otras opciones muy positivas, y menos nocivas lejos de esta fuerte cultura láctea.

Los seres humanos somos los únicos mamíferos seguimos consumiendo leche durante toda la vida, cuando la mayoría, solo lo hace hasta alcanzar el peso adulto, o bien hasta el completo desarrollo motriz que le permita conseguir el alimento por propio mérito.

El alimento perfecto de los bebés humanos es la leche materna, y la leche de vaca esta creada para criar terneros fuertes. Si bien se consume desde milenios atrás, incluso con propiedades medicinales como fiebres y afecciones de garganta (mezclada con miel y otros ingredientes) o antídoto para envenenamiento, su uso no es indispensable ni irremplazable a pesar de la necesidad de consumo creada por las grandes industrias.

Hoy la leche de vaca es el alimento mas intervenido por la mano del hombre que existe.
En algunos países del mundo las leches vegetales se comercializan en tetrapack, en polvo o en base cremosa para diluir, de fácil adquisición en supermercados y dietéticas como nosotros conocemos las bebidas comerciales de soja, o bien en lugares de comidas, como en España que se vende “Horchata” que es una bebida vegetal extraída de un fruto llamado chufa, muy difundido comercialmente y de agradable sabor.

En el ámbito industrial se esta experimentando la combinación de diversos ingredientes, así que tal vez en breve las veamos en las góndolas de los supermercados, pero de igual manera me parece muy valioso que sean las madres quienes preparen los alimentos que ingieren sus hijos. Para la antroposofía, la metafísica y otras disciplinas espirituales la cocina, es el laboratorio alquímico de la mujer, donde ofrecemos en nuestras comidas bendiciones y deseos para nuestra familia, por eso es muy importante estar presente en lo que uno esta haciendo “aquí y ahora”, depositando nuestros mejores pensamientos en ello; para una madre preparar la leche de su hijo sigue teniendo un valor espiritual y energético mas positivo aún, que la leche en sí misma.
Si bien hay madres que trabajan la mayor parte del día, verán que estos procedimientos son muy sencillos y no les demandaran un gran cambio en su rutina diaria. En Internet se comercializa la máquina para elaborar leche de soja, y la de leches vegetales, así como se venden en las cadenas comerciales de electrodomésticos la maquina de hacer pan. Con mas frecuencia el entorno y el devenir de la civilización elige ser el artífice y responsable de lo que introducimos en nuestro organismo, y la tecnología nos inventa maquinas y aparatos que facilitan nuestra tarea empleando menos tiempo. Pero en cuanto a nosotros, en este momento y en este país, el mundo de las leches vegetales quedara reducido a una licuadora, un poco de agua y un puñado de semillas.


Conclusión

Empezar a creer y sobretodo utilizar las leches vegetales nos conduce sin escalas a un cambio de conciencia y una leve (o fuerte) ruptura con esta ``cultura láctea`` que nos venden por televisión de la que hablamos al principio. Y que nos sugiere subliminalmente que es imposible llevar una vida sana, equilibrada (y feliz) sin lácteos, (con el aporte de otros alimentos). Y usted dirá, ''Sí, muy lindo pero ahora debo ocupar mas tiempo de mi vida en realizar estas leches'', a lo que le contesto, que la elaboración de estas leches no supera los 10 minutos, que son los mismos que pierde en la góndola de los lácteos eligiendo, en la caja del supermercado o en la fila del mercadito del barrio.
En niñ@s mas grandes, mas difíciles de persuadir, que interactúan activamente con la programación televisiva muy astutamente dirigida a ellos, tal vez lleve mas tiempo y dedicación obtener la formula exacta, que se adecue a sus gustos ya exigentes y mal acostumbrados a sabores y colores artificiales. Pero su valor nutritivo en el crecimiento, incluso en la buena salud de los adultos, es muy valioso como para pasarlos por alto y no intentar ponerlos en práctica.
Escuchar a nuestro cuerpo y observarnos es una obligación que tenemos en esta vida.
''La máquina'' que Dios nos prestó (cualquiera sea la forma en que lo conciban) es única, es nuestro templo personal hasta el fin de nuestro días, y de nosotros depende como la llevemos de ancianos, ni hablar de la responsabilidad sobre nuestros hijos.
El consejo de nuestro pediatra o médic@ de cabecera, cumple un papel fundamental y puede ayudarnos a discernir cual de estas u otras opciones se acerca mas a nuestras necesidades personales y requerimientos mas específicos.
Hay algo para cada uno de nosotros esperando ser descubierto alguna vez.
Feliz de haber cumplido con esta misión de difundir este material que yo no inventé, sino que simplemente recopilé y ordené, el legado de nuestros ancestros y la riqueza infinita e incondicional de la ''madre tierra''.

Puntos de venta:

- La Esquina de las Flores, Palermo;
- ''Terapeutikum San Rafael'' en Núñez;
- Farmacias Weleda de Recoleta y Núñez.

Contacto de prensa: laslechesvegetales@gmail.com

Nota extraída de Artemisa Noticias. Link.
Debía esta info que me habían pedido hace tiempo.
Ahora, yo le pregunto a mis amigas, quienes muchas veces pasan por aquí sin dejar huellas: a quién le presté este libro?? Lo tengo perdido hace como un año o más... please... denme una señal! =) Gracias!

domingo, 2 de agosto de 2009

FALSEDADES COMUNES QUE AFECTAN LA LACTANCIA MATERNA EN EMERGENCIAS

MITO: “Las madres desnutridas no pueden amamantar”.

HECHO: Las madres desnutridas pueden amamantar. La
desnutrición moderada materna casi no tiene efecto sobre la
producción de leche. De hecho, la madre va a continuar
produciendo leche a expensas de las reservas de su propio cuerpo.
Necesita entonces, líquidos y comida extra y micro-nutrientes para
aumentar sus propias defensas. También precisa apoyo y estímulo
para que amamante frecuentemente.

SOLUCIÓN: Alimento, cariño y apoyo para la madre y permitirle
amamantar a su bebé.


MITO: “El estrés impide que las madres produzcan leche”.

HECHO: El estrés no inhibe la producción de leche pero puede
interferir temporalmente con su flujo. Las madres que
amamantan tienen hormonas de estrés muchos menores que
aquellas que no amamantan.

SOLUCIÓN: Crear condiciones para que las madres tengan el
menor estrés posible: áreas protegidas, sitios especiales para las
madres y sus bebés, apoyo mutuo entre mujeres, no separar a las
madre de sus bebés, escuchar las necesidades especiales de las
madres, y lograr que bebés, niños y niñas se mantengan
succionando para que el flujo de leche continúe.


MITO: “Una vez que una madre deja de amamantar, no
puede recomenzar”.

HECHO: Una madre puede recomenzar a amamantar (relactación)
en cualquier momento. En algunos contextos, las abuelas han
amamantado a sus nietos y nietas .

SOLUCIÓN: Ofrecer apoyo a la Lactancia Materna y a la relactación.


MITO: “Cuando una mujer ha sido violada, no puede
amamantar”.

HECHO: La experiencia de la violencia no daña directamente la
Lactancia Materna o la habilidad para amamantar.

SOLUCIÓN: Todas las mujeres traumatizadas necesitan atención
especial y apoyo. Pueden existir prácticas tradicionales que
restauran las capacidades para amamantar de las mujeres después
de un trauma sexual. La Lactancia Materna puede muchas veces
ayudar a la mujer a sanar su trauma sexual pero respetar y apoyar
sus decisiones es la prioridad.


MITO: “Las madres VIH positivas nunca deben amamantar”.

HECHO: A no ser que el reemplazo total de la Lactancia sea
aceptable, factible, asequible, sostenible y seguro (AFASS por sus
siglas en inglés), la lactancia materna exclusiva durante seis
meses de vida es la opción más segura y abre la mayor oportunidad
para la supervivencia infantil sin VIH. En casi todas las
emergencias es imposible que se den las condiciones AFASS.
Después de los 6 meses, si aún no se dan estas condiciones, la
mejor opción es la Lactancia Materna continuada con introducción
de alimentos complementarios adecuados . El riesgo de la
transmisión postnatal se logra reducir con drogas antiretrovirales
para las madres y/o sus bebés. Durante los primeros seis meses de
vida, la alimentación mixta (combinación de Lactancia Materna
con fórmula, o muy temprana introducción de alimentos
complementarios) es el mayor riesgo ya que incrementa las
posibilidades de transmisión del VIH y las infecciones por otras
causas, y las diarreas.
Cuando el estatus VIH de la madre individual es desconocido, las
prácticas de alimentación óptimas son las mismas que para la
población infantil en general, independientemente de la
prevalencia del VIH en la localidad.

SOLUCIÓN: Para guiar y programar sobre VIH y alimentación
infantil en emergencias visite www.ennonline.net y el sitio

www.waba.org.my

sábado, 1 de agosto de 2009

Del 1ro. al 7 de agosto Semana Mundial de la Lactancia Materna 2009

Lactancia Materna: una respuesta vital en emergencias. ¿Estamos preparados-as?

La niñez es la más vulnerable en las emergencias.

La mortalidad infantil puede elevarse de 2 a 70 veces más que el promedio por diarreas, enfermedades respiratorias y desnutrición.

La lactancia materna es una intervención que salva vidas y su protección es mayor para los lactantes y niños/as pequeños/as.

Aun en situaciones que no son de emergencia, los niños/as menores de dos años que no reciben leche materna, tienen seis veces más probabilidades de morir.

Las emergencias pueden pasar en cualquier parte del mundo.

La emergencia destruye lo que es ‘normal’, y crea una gran presión en el manejo de lactantes vulnerables a enfermarse y morir.

Durante las emergencias, las madres necesitan del apoyo activo para continuar o restablecer la lactancia materna.

Estar alerta en las emergencias es vital.

Apoyar la lactancia materna en periodos fuera de emergencias fortalece la capacidad de las madres para desenvolverse mejor durante una emergencia.

Extraido de la Relacahupan. Red de Latino América y el Caribe para la Humanización del Parto y el Nacimiento

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Nota de Ana Ferrugia:

En epocas de pandemias, crisis economicas, despidos masivos y falta de alimentos. Amamantar salva vidas y previene la mortalidad infantil.
Los profesionales de la salud que recetan formulas deben informar de las consecuencias de no amamantar las cuales incluyen gran riesgo de desnutricion y sobrealimentacion infantil, deshidratacion, mayor riesgo de muerte subita. Entre otras no menos graves para la mujer como el cancer de mama y de utero.
"En condiciones de pobreza, los bebés tienen mejores posibilidades de escapar de VIH y siendo protegidos de otras infecciones si son alimentados exclusivamente con leche materna. Sin embargo, en Malawi, Nestlé realiza la promoción de su fórmula con un logotipo alegando que «protege». La fórmula es muy cara y los que creen que la afirmación de que la fórmula 'protege' puede utilizarla junto con la lactancia materna. La mezcla de la alimentación es el peor escenario posible para la transmisión del virus."

Mas informacion en http://www.babymilkaction.org/CEM/compfeb00.html

Ana Ferruggia
Doula-Puericultora
www.veniralmundo.com.ar

martes, 21 de abril de 2009

Amamanta

Grupo de Apoyo a la

Lactancia Materna



En el marco que ha caracterizado siempre a Amamanta, invitamos a toda la comunidad a participar de un taller gratuito destinado especialmente a embarazadas y mamás con sus bebés.



En esta oportunidad llevaremos a cabo una charla-debate, cuya temática será

"LA PRIMERA CONSULTA CON EL PEDIATRA"

- Te imaginaste alguna vez esta escena? o recordás tu primera entrevista con el pediatra?


- Te surgieron preguntas cómo:?

Mi leche será buena?

El bebé llora porque se queda con hambre?

Estaré haciéndolo bien?

Te invitamos a compartir estás y tantas otras preguntas que puedan surgir en nuestro taller que se llevará a cabo :

Miércoles 22 de Abril de 2009 a las 14 hrs.

En 3 de Febrero 857

Casa de Orientación para la Joven

San Fernando




Amamanta es un grupo conformado por mamás que hemos o estamos transitando junto a nuestros hijos el camino de la Lactancia Materna. Estamos convencidas de que el intercambio entre pares nos fortalece y ayuda a transitar este camino que elegimos para nuestro hijos..
Nos reunimos todos los Miércoles de 14.00 a 15.30 Hs. en 3 de Febrero 857 –San Fernando

Amamanta

-Grupo de Apoyo a la Lactancia Materna-

ENTRADA LIBRE Y GRATUITA

INFORMES: 4749-9024 /4743-1093 /4745-0179 /4763-7454

4744-6872 /4714-4663 /4717-2904 /4714-5792

E-mail: grupoamamanta@yahoo.com.ar
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