jueves, 21 de septiembre de 2006

Codigo Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna

Fragmento de un artículo traducido para el Boletín de Ibfan Alc Nº 171 -Año 4

The Ecologist (Abril 2006)
Autora: Pat Thomas

TRÁGATE ESTA!
Parte III

Para más información y para realizar denuncias sobre violaciones al código en www.lacmat.org.ar

En 1981 la Asamblea Mundial de la Salud (WHA, por su sigla en inglés) diseñó y adoptó el borrador del Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna al observar con claridad que la disminución de las tasas de lactancia materna afectaban la salud infantil y que la publicidad de la fórmula infantil afectaba en forma directa en la decisión de la mujer respecto de no amamantar. La votación fue prácticamente unánime, siendo 118 los países miembro los que votaron a favor, tres los que se abstuvieron de votar y sólo un país, Estados Unidos, el que se opuso. (En 1994, tres años después de su oposición, Estados Unidos eventualmente se unió a toda aquella nación en vías de desarrollo como signatario del Código.)
El Código es el único instrumento que promueve una nutrición segura y adecuada para los lactantes en el nivel mundial en su intento por proteger la lactancia y velar por una adecuada comercialización de los sucedáneos de la leche materna. Se aplica a todos los productos comercializados como reemplazo parcial o total de la leche materna, incluyendo la fórmula infantil, la fórmula de seguimiento, las fórmulas especiales,
cereales, jugos, mezclas de vegetales y tés para bebés, además de aplicarse a biberones y tetinas. Asimismo, sostiene que ningún alimento infantil debe ser comercializado en algún modo que menoscabe la lactancia. Específicamente, el Código:

¦ Prohibe toda publicidad o promoción de estos producto al público general

¦ Prohibe la distribución de muestras u obsequios a las madres o profesionales de la atención de salud

¦ Exige que todo material informativo defienda la lactancia materna, advierta acerca de la alimentación con biberón y que no contenga imágenes de lactantes o texto que idealice el uso de los sucedáneos de la leche materna

¦ Prohibe utilizar el sistema de atención de la salud para promocionar los sucedáneos de la leche materna

¦ Prohibe los suministros gratuitos o a bajo costo de los sucedáneos de la leche materna

¦ Autoriza a los profesionales de la atención de la salud a recibir muestras, pero sólo para fines de investigación

¦ Exige que la información sobre los productos sea fáctica y científica

¦ Prohibe los incentivos de ventas para los sucedáneos de la leche materna y el contacto directo con las madres

¦ Exige que las etiquetas informen detalladamente acerca del uso correcto de la fórmula infantil y los riesgos de un uso incorrecto

¦ Exige que las etiquetas no desalienten la lactancia materna.

Es probable que un documento de esta índole no hubiera podido ser elaborado en la actualidad. Desde la creación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y su carácter de ‘libre comercio’ en 1995, la mayor sofisticación de las estrategias del poder corporativo y la agresiva presión de las organizaciones de salud se incrementaron hasta tal punto que el Código podría haber perecido mucho antes de llegar a la etapa de votación final.

Sin embargo, en 1981, los estados miembro, corporaciones y ONG se encontraban en una posición algo más pareja. Al evitar que la industria publicitara la fórmula infantil, distribuyera muestras gratis, promoviera sus productos en las instalaciones de atención de la salud o a través de las bolsas con obsequios destinadas a las madres y los bebés, e insistiendo en un mejor etiquetado, el Código actúa como ente regulador ante la industria que de otro modo se vería libre para arremeter con un producto alimenticio inferior para los lactantes y los niños pequeños.

sábado, 16 de septiembre de 2006

La mujer como "maestra de la existencia"

Por si no se avivaron todavía, no ando muy inspirada como para escribir cosas propias. Sí ando leyendo bastante, y en esos paseos virtuales encontré éste artículo de Alejandro Rozitchner (que hasta el año pasado cuando estaba con Pergo en la Rock&Pop, escuchaba fascinada) que me encantó y me pareció digno de compartir con ustedes, mujeres y varones por igual.
Quizá lo encuentren larguito, pero podrán percibir que una vez que arrancan a leer no paran hasta el final.

Disfrútenlo.

sábado, 9 de septiembre de 2006

Malas practicas obstetricas y tetricas que dañan la sexualidad femenina

En los últimos años, diferentes estudios médicos demostraron que la
episiotomía, el corte quirúrgico que ensancha la apertura vaginal para
facilitar la salida de la cabeza del bebé en el parto, puede traer más
desventajas que beneficios: aumenta el riesgo de infecciones, provoca
una innecesaria pérdida de sangre e implica un doloroso proceso de
cicatrización.

En la Argentina, sin embargo, continúa siendo una práctica muy
habitual. Según diferentes estimaciones, se le realiza a entre el 60 y
el 80 por ciento de las madres primerizas. Lo ideal, de acuerdo con
los expertos, sería no hacerla en más del 30 por ciento de los casos.
En otras palabras: se estarían realizando más del doble de las
episiotomías recomendadas.

"Sin dudas hay un exceso de episiotomías", dice Ricardo Fescina,
director del Centro Latinoamericano de Estudios Perinatales (CLAP),
una institución que depende de la Organización Panamericana de la
Salud (OPS). Y agrega: "Muchas veces se la practica como una
obligación cuando debería ser selectiva."

Esta intervención quirúrgica se popularizó en todo el mundo en la
primera mitad del siglo pasado porque se creía que prevenía los
desgarros del perineo (el área ubicada entre la vagina y el ano). Pero
esto resultó falso: no impedía los desgarros severos y, por otra
parte, el corte en sí mismo era similar a un desgarro, pero provocado
por el obstetra.

Pero hay consenso en la comunidad médica de que en muchos partos sí
termina siendo necesario practicarla. De acuerdo con Fernando Althabe,
investigador del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS),
sólo en estos casos se la debería realizar:



Cuando hay que acelerar la salida de la cabeza porque hay un
diagnóstico concreto de sufrimiento fetal.


En los partos instrumentales (por ejemplo en los que se utilizan
fórceps y ventosa).


En algunos partos vaginales muy prematuros.

"Estos casos pueden presentarse, como máximo, en el 30 por ciento de
las mujeres primerizas", afirma Althabe. Sin dar cifras, la propia
Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un uso restringido
de la episiotomía.

No existen en la Argentina estadísticas recientes sobre esta práctica.
El último estudio nacional que se conoce fue realizado por el doctor
Althabe y el CLAP entre 1995 y 1998. Reveló que al 85 por ciento de
las madres primerizas se les hacía ese corte quirúrgico.

El panorama asoma bastante parecido. "En todo el país se sigue
haciendo la episiotomía a al menos ocho de cada diez madres
primerizas", estima Althabe.

Nicolás Qualeta, presidente de la Sociedad de Obstetricia y
Ginecología de la provincia de Buenos Aires (SOGBA), también calcula
que el porcentaje es elevado: "Se le debe estar haciendo a un 60 por
ciento de las primerizas."

De los especialistas consultados por Clarín sólo Ricardo Illia, jefe
del Servicio de Obstetricia del Hospital Alemán y directivo de la
Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Buenos Aires (SOGIBA), evaluó
un índice menor: "En primerizas la tasa debe andar por el 50 por
ciento en todo el país." Y aclaró: "En el Alemán está actualmente en
el orden del 40 por ciento."

La pregunta es por qué, si se trata de un procedimiento cuestionado,
aún se lo practica más de lo recomendado. "Si están apurados, muchos
profesionales lo hacen para acelerar el parto", reconoce Qualeta.

Esa sería una explicación. Pero hay otras. "No es que haya mala
voluntad médica sino que se trata de una práctica muy arraigada entre
los profesionales. En su formación se les enseñó que debían hacerla
como procedimiento de rutina y cambiar esa mentalidad puede llevar
generaciones", sostiene Althabe.

"Las mujeres —concluye— deberían empezar a demandarles a sus médicos
que sólo se les haga la episiotomía en caso de real necesidad."


Carlos Galván
cgalvan@clarin.com

martes, 5 de septiembre de 2006

Vayan a ver este bello poema.

lunes, 4 de septiembre de 2006

15 minutos bis

Al mostrarle a la responsable de la página de donde saqué el artículo del post anterior, y pedirle que le heche un vistazo, que había tenido muchos e interesantes comentarios, entre otras cosas me dijo lo siguiente:

Te haré algunos comentarios, que me surgen de haber leído los post. Te pongo el nombre para que se entienda de quién hablo.

Pande: La idea no apunta a dejarlos hacer todo lo que quieran y tocar la pc si eso les divierte. Porque si te estoy escribiendo y viene mi hijo a tocar y lo dejo, sigo sin hacer contacto con él. se trata de entrar en su mundo, y no de dejarlos entrar en el nuestro.

Hada madrina: Sí, hay que jugar más, claro! Puse el ejemplo del juego, pero puede ser cualquier cosa, el del juego es el más difícil, pero podés ir por la calle intentando no decirle que NO a todo, viendo el mundo desde su tamaño, o buscar hormigas en la vereda, da igual, el juego es la excusa.

Chirusa: Absolutamente!!! El artículo apunta a la actitud y no a la cantidad de tiempo. Laura Gutman, con quien me formé en esto, habla de media hora. Yo fui un poco menos exigente y lo reduje a la mitad, pero claro que todo da resultados!!

Ary: De eso se trata!!! Ellos se echan a correr y se van, y a nosotros nos parece que ya no quieren jugar. ESE es el juego!!!! Estar disponibles, aceptar que vayan y vengan sin exigirles que se queden sentados, que si no, no es juego!

Mariana: Sí, es así, el ADHD tiene que ver con la depresión, y justamente se deprimen por la vida que llevan, las exigencias, los ritmos acelerados y el poco contacto.

Gabriel: No me quedó claro si la cuestión pasa por cambiar el lugar del juego para que sea menos peligroso, los papás sentimos que tenemos que "Hacer algo" con los chicos, cuando la propuesta de estos 15 minutos es la de no hacer nada!!!!

Marce: Hmmm, puede ser, es una forma de verlo, tendría que pensarlo un poco, entiendo que no habla de regresionar en el sentido psicoanalítico del término. PRefiero pensarlo como estar en pleno uso de nuestra adultez para estar disponibles para ellos. no somos dos chicos jugando...igual me dejó pensando.,.


Elenilla: Pensemos en un hombre al que conocés, y te llama para salir el sábado, y salen y quedaon tan copados que tienen ganas de verse el domingo, y alguien le dijera "pará, flaco, no la llames más porque se va a malcriar y cada vez va a querer verte más y si no la llamás 50 veces al día, va a ser terrible". SUena ridículo, no? Los adultos no retaceamos las necesidades de afecto. Si terminamos de hacer el amor y queremos un abrazo, no viene él a decirnos "qué malcriada, te acabo de abrazar, dejate de joder". Los chicos funcionan igual. Si después de los 15 minutos pide más, será porque necesita más. No lo hacen para fastidiar ni con intenciones oscuras, nos necesitan a nosotros!!! No devolveríamos un perro que compramos a la casa de mascotas porque quiere salir a pasear dos veces al día o porque mueve la cola cuando nos ve. Entendemos que así son los perros, pero no entendemos las necesidades de los chicos, y pensamos acertadamente, que si les damos menos, van a pedir menos. Claro, van a dejar de pedir si no reciben, si saben que no hay, y se van a resignar. Pero no van a dejar de necesitar, y van a suplir esa necesidad de cualquier manera. Es más barato sentarnos hoy que esperarlo en la puerta de la psicóloga infantil mañana -que no suene a oráculo, por favor, no quiero decir que van a quedar para el diván, fue un ejemplo gráfico de aprovechamiento del tiempo-

Bueno, gracias otra vez, como ves, me gusta el tema!!!

Abrazos

María Paula

Lic.María Paula Cavanna
www.upa.premium.ws/

Tenemos que tomar todo nuestro sufrimiento y
usarlo como combustible para nuestro viaje.
MIYAZAWA KENJI


Espero que sirva.
Todos tenemos mucho que aprender en la crianza de nuestros hijos, pero mientras tanto, no nos perdamos la posibilidad de jugar, aunque más no sea, haciendo 'nada'. Puede ser más que divertido también...